Texto: Javier Furió. Fotos: Manolo Guallart.- El primer signo visual, físico y fragante de una de las fiestas con más tradición e historia de la ciudad de Valencia, el Corpus Christi, es siempre la instalación, presidiendo sobre la Basílica de la Virgen de los Desamparados la plaza a la que da nombre, el gran tapiz floral conmemorativo del Corpus.
El jueves, auténtico día de la festividad, cuyos actos públicos más sobresalientes se trasladan al fin de semana para que puedan disfrutar de ellos el mayor número posible de valencianos, valencianas y turistas, fue el día en el que el tapiz floral quedó instalado y se dejó ver en todo su esplendor.
El de este año representa una escena del traslado de las famosas y míticas Rocas, que como es sabido salen de su alojamiento habitual en su Casa Museo de la Calle Roteros por la puerta recayente a la calle llamada de las Rocas para, desde Blanquerías, tomar camino por la Plaça dels Furs, Serranos, Plaça de Manises, Carrer de la Batlia y así, desembocar en la plaza de la Virgen para su exposición pública precisamente delante del propio tapiz.
Se cierra así el círculo del tapiz y las Rocas, las Rocas y el tapiz. Un conjunto armónico tan solo empañado en la única carencia registrada este año en la festividad, ya que no se permitió el tiro y arrastre en el traslado propiamente dicho. Un detalle que hasta el año pasado dejaba imágenes de gran belleza y fuerza. Pero ha prevalecido la protección de los animales de tiro que, al fin y al cabo, de tiro son.
Pero en el Corpus no hay lugar para polémicas. Volvamos al tapiz, que muestra en su escena central, según han señalado fuentes de la empresa alicantina Decourba, autores del tapiz, “el momento en el que el público se agolpa para ver cómo los caballos de tiro arrastran las diferentes Rocas a su llegada a la Catedral, acompañados por la dolçaina y el tabalet, una imagen emocionante y muy característica del día del Corpus en Valencia”.
Mención aparte merece, en la parte superior, “un elemento independiente del tapiz aunque integrado en su conjunto, con la imagen del Cáliz en volumen totalmente revestido y realizado en flor natural fresca”.
El panel del tapiz mide 6 metros de ancho y 8,5 de alto y en su confección -consistente en técnicas manuales tradicionales- ha trabajado un equipo de 18 personas durante 15 días.
