El domingo 20 de septiembre tuvo lugar una jornada matinal en el puerto de Catarroja, junto al Restaurante la Baina con motivo de la Fiesta de la Siega del Arroz al estilo tradicional.Promovida por Arroz de Valencia D.O., con un programa infantil y actvidades complementarias como una jornada de iniciación al reconocimiento y anillamiento de aves típicas de La Albufera, concurso y exhibición de barquet de percha, así como una regata de vela latina.
Mientras el chef Alejandro del Toro – que más tarde sería nombrado Segador d´Honor– realizaba un curso de cocina del arroz, elaborando un arroz de gamba con acelga y otro arroz con all i pebre ahumado, los cocineros Enric y Alex preparaban varias paellas (con puntillas y ajos tiernos/magro, pimiento y pasas) para una posterior degustación a precios populares.
Vicente Mocholí, natural de Massanassa, acompañó con su entrañable relato la recreación de la siega de antaño que una docena de agricultores -ataviados a la manera tradicional- mostró a un numeroso público: segar el arroz hoz en mano, haciendo garbas con las espigas y quitándoles la humedad, sacarlo de la plantación en un trineo con caballo, dejando finalmente que el animal realizara la trilla pisando la espiga y separando de ésta el grano.
Dos cantaors acompañaron la labor de los agricultores con una demostración de cants de batre, tradicionales en el duro trabajo que antiguamente se realizaba para separar el arroz.
El momento final fue para degustar varias paellas con arroz de Valencia (denominación de origen) después de haber podido rememorar la siega tradicional en la marjal valenciana.
[quote cite=’Ni hi havia al camp feina més dura que el de batre. Pels volts de juny, i una vegada segat el blat, calia separar-ne el blat de la palla. Era un treball cooperatiu que es feia l’era. Un home dalt d’un trill que arrossegaven dues bèsties, donava voltes a l’era xafant el blat mentre altres homes, amb forques, ventaven la batuda i amuntegaven el gra. Per animar el trot de l’animal es cantaven unes tonades d’una profunditat expressiva inaudita que exhibien una estranya filiació oriental. Eren cançons interpretades per una sola persona, a gola oberta, amb entonació aguda i penetrant, a l’aire –és a dir, sense mesura rítmica convencional- i mab moviments melismàtics de la veu (Vicent Frechina)’ align=’left’]Cants de batre[/quote]