Justo a las 17h. como cada año, muy cerca de la antigua Escalera Real junto al Edificio del Reloj del Puerto de Valencia atracó la embarcación que traía a Valencia a Sus Majestades los Reyes Magos. Una multitud de niños detrás de las vallas, situados a ambos lados del recorrido, vieron hecha realidad la visita más esperada de este nuevo año. La Fallera Mayor Infantil de ValenciaSofía Soler, acompañada del concejal de Cultura Festiva Pere Fuset, recibió a los Reyes Magos que descendieron del barco acompañados de sus séquitos y precedidos por la Comparsa Moros de Calbusa.
Con música de cornetas y tambores como bienvenida, Melchor, Gaspar y Baltasar recogieron las últimas cartas y repartieron caramelos entre las muestras de cariño e ilusión de los niños.
Más tarde los Reyes Magos se desplazaron en coches oficiales hasta La Alameda, donde ya estaba en marcha la preparación de la Cabalgata Real. Mientras tanto el concejal Pere Fuset y Sofía, Fallera Mayor Infantil, se trasladaban al Ayuntamiento para esperar junto con el alcalde Joan Ribó y Alicia Moreno, Fallera Mayor de Valencia, para presidir en el palco de honor una tarde muy especial.
La Policía Local a caballo en el inicio, con una colla de tabal i dolçaina a continuación. Y, a partir de ese momento, trenecitos, carrozas, bicicletas, grupos de danza, camiones, bandas de música y fiesta por todo lo alto. La decretada ausencia de animales –“por el bienestar animal”, según el concejal Fuset- mostró a personas disfrazadas; la “ciencia” interactiva como propuesta temática alternativa permitió la presencia de astronautas motorizados, robots y un telescopio gigante.
Quisieron sumarse a la fiesta el Ateneo Mercantil, la Ciudad de las Artes y las Ciencias, Cruz Roja, los equipos deportivos valencianos y diversas empresas. Como ya hiciera en la recepción del puerto, la banda de cornetas y tambores San Luis Beltrán contagió con su música a lo largo del recorrido. Las Falleras Mayores de Valencia y sus Cortes de Honor 2015 precedieron a la Banda Municipal de Valencia dirigida por Fernando Bonete.
Más tarde apareció la Estrella anunciadora del feliz acontecimiento de Belén.; y un ángel portado en triciclo anunciando”Pau en la terra”. Por fin el imprescindible Nacimiento, con los niños pastores arropando a José, María y el Niño (éste de juguete).
A partir de ese momento la cabalgata real tomó el aspecto más religioso: el malvado Herodes y su séquito de romanos con el pulgar hacia abajo, el incombustible Cartero Real con su buzón mágico y detrás el Servicio de Correos.
Finalmente las carrozas de los tres Reyes Magos y con habitual recorrido: puente de la Exposición, General Palanca, General Tovar, Plaza Alfonso el Magnánimo, Paz, Plaza de la Reina -y allá al fondo, junto a la catedral quedaba el Belén municipal-, San Vicente Mártir, plaza del Ayuntamiento y Marqués de Sotelo.
Miles de niños gritando los nombres de sus reyes favoritos, con inmensas bolsas y paraguas para recoger caramelos (nuevamente aptos para celíacos), balones, chucherías y otros regalos tan esperados. Familias enteras, mayores y pequeños juntos, viviendo la noche más bonita del año.
Casi tres horas de cabalgata para avistar la llegada de Sus Majestades ante el edificio consistorial. El acalde, el concejal festivo y la Fallera Mayor Infantil hicieron de anfitriones, recibiendo –uno a uno- a Melchor, Gaspar y Baltasar con el protocolo oficial. Como es tradición los reyes subieron por turnos al balcón del ayuntamiento con la grúa de los bomberos, protagonizando escenas de riesgo al elevarse la escalera de la grúa casi hasta el reloj.
Tras los parlamentos reales y la recepción municipal, los Reyes Magos pasaron al Salón de Cristal donde posaron con el alcalde Joan Ribó antes de comenzar la entrega de regalos a las falleras mayores, sus cortes de honor y a todos los niños presentes que esperaron pacientemente en una larga cola hasta la calle.
En segundo plano, detrás de los tronos reales y gran cantidad de juguetes, quedaba el Belén municipal de Pedro Ródenas –con gran éxito de visitas durante todas las fiestas navideñas-.
Es probable que los Reyes Magos, tras una larga y laboriosa madrugada en Valencia, dedicaran unos minutos a contemplar al recién nacido en el Belén municipal -desplazado a la plaza de la Reina-, haciendo de la Adoración al Niño Jesús el momento crucial de su viaje a tierras valencianas. Al fin y al cabo siempre ha sido el sentido de la Epifanía del Señor.
REPORTAJE FOTOGRÁFICO DE LA CABALGATA DE LOS REYES MAGOS EN VALENCIA
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