Una jornada completa para la devoción más sentida en Valencia. Dieciocho horas seguidas, más de 30.000 personas, sol, lluvia, colas interminables. Todo para pasar apenas unos segundos ante la imagen de la Virgen de los Desamparados, besar su mano derecha, ofrecerle estampas, pañuelos, detalles; pedirle favores, agradecerle tanto…
Desde las siete de la mañana, con algunas personas pasando la noche en la puerta (al estilo de la víspera antes de la Descoberta). Y en pocos minutos, las primera colas que no cesarán hasta pasada la una de la madrugada del día siguiente.
Los paraguas como previsión de un sol ardiente – a media tarde como refugio de unos intensos minutos de lluvia-, las viseras con la imagen original de la Virgen sin estar revestida.
Son personas que año tras año acuden desde sus pueblos, sus barrios, incluso desde fuera de España, para este encuentro personal con la Virgen. Muchos lo hacen en familia, en grupos parroquiales o de la falla, pero sobre todo hay una complicidad festiva que hace pasar el tiempo de espera como la oportunidad de vivir una experiencia difícil de relatar.
La Basílica destinó la puerta norte a bebés en sus carritos, así como a personas enfermas o con discapacidad, con un acceso casi directo ante la Virgen. El resto tuvieron que esperar una media de casi dos horas en los momentos de mayor afluencia. La Policía Local atendió con efectividad algunos desmayos, mareos y lipotimias, si bien la jornada transcurrió de forma ordenada y en un ambiente pleno de fervor popular.
Labor solidaria
La Hermandad de Seguidores de la Virgen ofreció en su habitual paraeta todo su variado catálogo de muestras y detalles marianos, incluyendo gorras, rosarios y abanicos con la imagen de la Virgen, destinando como siempre sus beneficios a los pisos de acogida para personas con enfermedad mental que gestiona la Fundación “Mare de Déu dels Innocents i Desamparats”, MAIDES, de la que son uno de los patronos.
Asimismo, MAIDES instaló entre las puertas de la Basílica que hay en la plaza de la Virgen un espacio con folletos e información sobre su labor integral a personas con enfermedad mental crónica. Desde hace algunos años tienen gran aceptación las pulseras solidarias de colores que tienen en su puesto, con la novedad este año había unas pulseras para niños pequeños y bebés con el lema´Misericordia en el corazón, ayuda en tus manos`, hecho con motivo del del Año Jubilar.
Según información de la Agencia AVAN (Arzobispado de Valencia), una guardería de Torrent con 40 niños de dos años, así como 150 niños de dos a seis años del Colegio la Purísima de la Avenida del Puerto acudieron a la cita con la Virgen.
Como cada año hay que resaltar el trabajo silencioso y efectivo de los Seguidores de la Virgen, acogiendo a los peregrinos y visitantes a la Basílica, unos en las puertas, otros en el interior, unos pocos junto a la imagen. También participaron las camareras de la Corte de Honor de la Virgen, con cantos y oraciones desde el presbiterio, amén de un discreto espacio en la capilla del Santísimo Cristo con estampas y detalles devocionales.
A última hora de la tarde llegó el arzobispo de Valencia, cardenal Antonio Cañizares, que rezó ante la imagen de la Virgen y besó su mano como tantos devotos en esta intensa jornada mariana.
Un bellísimo manto blanco
Al pie del altar mayor, la imagen procesional de la Virgen de los Desamparados lucía un precioso manto blanco que ha sido donación de jun matrimonio devoto de la localidad de Albal.
En la madrugada del día siguiente, después de una última oración y el tradicional canto mariano, la imagen original que había sido girada hacia el camarín antes del inicio del Besamano, volvió a ser descubierta y recibida con aplausos.
Bajo tu amparo, Madre
Ante Ella pasaron durante horas y más horas muchos miles de personas desplazadas desde sus lugares de origen con el deseo de vivir la experiencia de tenerla cerca, tocar su mano con los labios, sentir su dulce y amparadora caricia, ésa que acaricia el alma.
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