La iglesia de San Nicolás y San Pedro Mártir -uno de los primeros templos parroquiales fundado en el siglo XIII, con su mayor esplendor tras la reciente restauración y esa coexistencia singular de su estructura gótica con la bellísima decoración barroca- acogió el pasado 15 de octubre la Apertura del nuevo Año Vicentino.
Una iniciativa que comenzó el pasado año y que promueve la asociación vicentina del Altar del Tossal. En palabras de su presidente, Javier Doménech, «es un acto muy importante. Está concebido, y así está resultando, como una reunión del mundo vicentino después del periodo estival. Coincidiendo con el verano, las asociaciones vicentinas pasamos más de tres meses de casi nula actividad, ni en nuestras asociaciones ni colectivamente».
Doménech, en declaraciones a Valencia, Fiesta y Tradición, subrayaba que «Este acto pretende ser el punto de partida de cada ejercicio. Queremos que el hecho de unirnos todos en una celebración sirva para darnos fuerzas unos a otros para retomar las actividades que nos llevaran hasta la semana de fiestas a San Vicente del mes de abril. Por eso, como católicos, el acto, y por lo tanto el ejercicio, empieza con una eucaristía y cerramos el acto con un discurso de una personalidad relevante que nos haga reflexionar».

(de izda. a dcha.) Javier Doménech, Fray Vito, José Vte. Vila, María Falcón y Santiago Ruiz. Foto de Manolo Guallart.
En la parte central del altar mayor presidió una escultura de San Vicente Ferrer, propiedad del altar del Tossal y que habitualmente es venerada en el llar de la asociación.
A ambos lados del presbiterio estuvieron la junta directiva del Tossal -con su presidente perpétuo Antonio Rossi- y en la otra parte el presidente del altar, Javier Doménech, el orador Fray Vito, el clavario Mayor, José Vicente Vila, la Honorable Clavariesa de la Junta Central Vicentina, María Falcón y el vicepresidente de la JCV, Santiago Ruiz.

Coro del Colegio de Abogado, en el que participa habitualmente un dominico. Foto de Manolo Guallart.
En la eucaristía, oficiada por el párroco, Antonio Corbí, con el P. Bernardo, adscrito a la parroquia, intervino el Coro del Colegio de Abodagos, en el que destacó un dominico que tocó la trompeta en varios de los cantos litúrgicos.
Más tarde, el discurso de apertura lo protagonizó, a modo de predicación, el dominico Fray Vito-Tomás Gómez (OP), ex-procurador general de la Orden de Predicadores por la causa de los Santos en Roma.

El dominico Fray Vito en su predicación durante el acto de Apertura del Año Vicentino. Foto de Manolo Guallart.
Ante una numerosa representación de los altares y corporaciones vicentinas, así como de otras fiestas valencianas y de los dominicos en Valencia Fray Vito realizó un recorrido espiritual por la vida del santo valenciano -hermano suyo en la orden-, recordando que este año se está celebrando el 800º aniversario de la Orden de Predicadores en la que destacó con reconocimiento universal San Vicente Ferrer. También animó a los valencianos a preparar el VI Centenario de la muerte del Patrón de Valencia – como ya se hiciera en 1919- desde una idea de triduo anualque tendrá su culminación el 5 de abril de 2019.

Aspecto de San Nicolás, con numerosa representación del mundo vicentino y de otras fiestas valencianas. Foto de Manolo Guallart.


José Vicente Vila, Clavario Mayor del Altar del Tossal, en su parlamento tras la cena homenaje. Foto de Manolo Guallart.

Grupo de Caballeros Jurados de San Vicente Ferrer que acompañaron su hermano de Capítulo José Vicente Vila. Foto de Manolo Guallart.
ENTREVISTA A FRAY VITO-TOMÁS GÓMEZ GARCÍA
– ¿Mantenedor o predicador del Año Vicentino?
Siempre predicador. Celebramos el 800º aniversario de la predicación que realizó Santo Domingo de Guzmán, cuya orden confirmó el papa Honorio III el año 1216.
– ¿Qué puede decir los dominicos a los vicentinos en este comienzo de su año y a la vez en este importante aniversario?
Nosotros agradecemos a los vicentinos este gran esfuerzo que año tras año se realiza aquí en Valencia y que a la vez se proyecta al mundo entero, por profundizar en lo que significa San Vicente
Ferrer, por amarle a través de ese conocimiento creciente. También por su afán por difundirlo, especialmente a través de estas fiestas tan entrañables de los altares y en este día concreto por el
Altar del Tossal.
– ¿Puede resaltar en dos palabras la figura de San Vicente Ferrer?
Es, sin duda, el valenciano más universal de la historia de Valencia. Y lo es porque no hizo fronteras entre ninguno de sus semejantes, ya que trató de acercarse a todos desde el amor.
– ¿Qué le diría San Vicente Ferrer a los políticos valencianos hoy, en este ambiente de conflictos y crispación que tantas veces se percibe en el ambiente?
San Vicente es un mensajero de paz que tuvo muy claro que las personas tienen que vivir en concordia, en la comunidad de corazones, y que no hay ninguna diferencia tan grande para que
haya entre la gente una separaciones irreconciliables.
– ¿Cómo enfocan los dominicos este próximo VI Centenario?
Tenemos el deseo de que no se recuerde tan sólo la muerte de San Vicente, sino que estos tres años que faltan sirvan a todos para profundizar en su doctrina, tan magistralmente reflejada en los
sermones y en los textos de vida, que todos ellos llaman a vivir en paz, en concordia y al progreso en la fraternidad.

Dominicos con José Vicente Vila (presidente de la Fraternidad Laical), la Honorable Clavariesa, María Falcón, el presidente del altar del Tossal, Javier Doménech y el padre Antonio Corbí, párroco de San Nicolás. Foto de Manolo Guallart.
– ¿Cómo valora esta labor que realizan los niños en las representaciones de los milagros?
Es muy importante que los niños se impliquen ya, desde el primer crecimiento en la fe, en asumir estos valores y a la vez en transmitirlos. Y esto es lo que hacen ellos con tanta ilusión y con
tanta maestría. Yo entiendo estos milagros como signos de Dios que han confirmado por una parte la doctrina excelsa de San Vicente y que ese camino de santidad que él asumió produce frutos
en bien de toda la Humanidad y particularmente de los más necesitados.
