Llegó el domingo 20 de noviembre al Cabanyal tras varios días previos de celebración festiva en honor del Cristo del Salvador y del Amparo. El quinario, con la eucaristía diaria durante la semana laboral, la víspera con la imposición de medallas a los clavarios.
Por fin el día grande, con buen tiempo y mejores perspectivas.
Para conocer cómo vivió la Hermandad el día de su Cristo hay que leer en su blog la crónica que nunca hubieran querido publicar:
Ricardo Ferrer Lacomba, el «Tío Ricardo». Fotografía de http://cristodelsalvadorydelamparo.blogspot.com.es/
«El pasado domingo, 20 de noviembre coincidiendo con la fiesta de nuestro Cristo, la tristeza nos embargó por completo al recibir la noticia del fallecimiento de Ricardo Ferrer. El tío Ricardo, querido por todos sin excepción, nos deja tras 94 años que dedicó, en gran parte, a nuestra Hermandad.
Trabajador infatigable, fue fundador, muchos años presidente, y ostentaba el cargo de presidente perpetuo de la Hermandad, además de ser poseedor de la Medalla de Oro de la misma. La historia de nuestro colectivo no se podría entender si él. Se nos ha ido un trozo muy grande de Hermandad, de Semana Santa, de pura historia del barrio y de nuestras tradiciones.
Sin duda alguna lo vamos a echar mucho de menos. El tío era un persona de fe y un devoto ejemplar particularizando su fe y su devoción en nuestro Cristo y en la Virgen de los Desamparados… Sólo nos queda aferrarnos a nuestra fe y a la seguridad de que disfruta de una vida mejor ya en presencia de su Salvador y de su Amparo, junto a su madre la Virgen de los Desamparados. Os pedimos, por favor, que tengáis presente en vuestras oraciones a nuestro hermano… a nuestro tío Ricardo.»
Cristo del Salvador y del Amparo en una de sus tradicionales paradas durante la procesión por el Cabanyal. Fotografía de Rafa Montesinos.
Celebración en recuerdo de su fundador y presidente perpetuo
Tuvo lugar la eucaristía solemne de la mañana y también la procesión vespertina, vivida en el silencio respetuoso y con el corazón dolorido, cada paso por el viejo Cabanyal en memoria del Tío Ricardo, alma mater de la Hermandad desde su fundación.
Cristo del Salvador y del Amparo durante la procesión por el Cabanyal. Fotografía de Rafa Montesinos.
El veterano fotógrafo Rafa Montesinos vivió en primera persona los momentos clave de esta excepcional festividad, en la que cofrades de la Semana Santa Marinera y muchos devotos arroparon a los miembros de un colectivo cuyo referente acababa de partir al encuentro con su Amado.
Los fuegos artificiales al finalizar la procesión fueron también un homenaje al Tío Ricardo, cuyo huella será imperecedera en el Cabanyal. Sin duda la Virgen de los Desamparados tuvo esa tarde bajo su protección a tantos creyentes seguidores de este Crucificado que es venerado durante todo el año en la parroquia de Cristo Redentor y San Rafael.
