El Ateneu Musical del Port sirvió de escenario para la puesta de largo del proyecto Canyamelar En Marxa, impulsado por el grupo responsable de la marca CanyamelArt, dirigido a la difusión y reivindicación del barrio del Canyamelar con su identidad propia y diferenciada del Cabanyal y los demás barrios del Marítimo.
Partiendo de la actual situación, en la que se produce con demasiada frecuencia e incluso en instancias oficiales la confusión del Canyamelar con el Cabanyal, un grupo de ilustres del barrio como Ximo Díaz Pérez, Josep Aledón, Francisco Celdrán, José Ángel Crespo, Manuel Furió, Juanma Navarro, María Amparo Crespo, etc. Unos pocos valientes del Canyamelar ‘de tota la vida’ que no quieren ver cómo el nombre de su barrio desaparece por la fuerza de la costumbre que, en los tiempos que corren, tan enlatados en medios de comunicación e información -y a veces, a pesar nuestro, también de desinformación-, es una fuerza muy poderosa que olvida tan fácilmente como crea e inventa.
Y así, a través de una serie de ponencias, exposiciones, talleres y otros actos de toda índole pero esencialmente culturales, estos prohombres se han propuesto dejar el Canyamelar en el lugar que le corresponde, como lugar singular y de especial relevancia para el desarrollo a través de la historia de lo que hoy conocemos como la ciudad de Valencia.
Y así, a través de una serie de ponencias, exposiciones, talleres y otros actos de toda índole pero esencialmente culturales, estos prohombres se han propuesto dejar el Canyamelar en el lugar que le corresponde, como lugar singular y de especial relevancia para el desarrollo a través de la historia de lo que hoy conocemos como la ciudad de Valencia.
También pudimos saber que la primera denominación por la que se conoció al Canyamelar fue ‘Les Barraques’, por contener en su término las barracas marineras que se hacían con materiales diferentes a los de las hortelanas, que se hacían con cal y canto. En una carta náutica británica del siglo XVIII ya se contempla una hilera de barracas señalando el enclave, en línea de costa.
Un sinfín de detalles que, desgranados después por el historiador Ximo Díaz, hijo amado del Canyamelar y estudioso durante más de medio siglo de los avatares del barrio, prendieron la llama del interés en cuantos allí asistimos al acto y que, a modo de preludio del amplio programa que la iniciativa Canyamelar en Marxa ha preparado, vaticinan un interesantísimo ciclo de conferencias y actos que darán a conocer a valencianos y valencianas uno de los grandes tesoros históricos y culturales que la ciudad de Valencia tiene por descubrir.
El acto tuvo como colofón la actuación del tenor del Canyamelar y conocido internacionalmente, Josep Climent, acompañado al piano por Héctor Travín, que interpretaron de forma magistral algunas piezas emblemáticas de compositores como Serrano, con el Canyamelar como temática o trasfondo. Un magnífico fin de programa que se pudo coronar con las palabras de la recién llegada concejala Sandra Gómez, hija también dels Poblats Marítims, que pudo compartir con los presentes la alegría del día, que venía de la mano de la UNESCO al declarar las Fallas como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
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