Cada mes de febrero mi entorno tiene que «soportar» que cuente ese chiste que escuché de pequeño en boca de un tío lejano.
«Tinc una casa en Campanar…» Y el otro le responde: «Una casa ? Serà una església…»
Es posible que esa persona se encuentre con problemas por si los decibelios de su reloj de referencia molesta a algún vecino (o vecina) en horario cotidiano. No porque lo diga la normativa, tal vez debido a las manías anti-patromoniales de mandamases municipales que tendrán su plebiscito popular en apenas unos meses largos.
Quizá valga la pena recomendarles el porrat de Sant Antoni del porquet, o el de San Blas en San Valero, o-mejor aún- el porrat de Campanar, barrio valenciano en fiestas cuya Virgen encontrada tendrá su culmen el próximo día 19. Antes, las calderas, la Feria del Libro y la Descoberta.
Para ser directos, propongo que suenen las campanas en toda Valencia para convocar a la Exposición del Ninot, a las presentaciones y a la Crida fallera, a los actos vicentinos previos a la Cuaresma. Tenemos Regina y Jocs Florals, Honorable Clavariesa de las Fiestas Vicentinas y Falleras Mayores de Valencia.
Que viva, pues, la fiesta.
Que suenen las campanas, sin duda también patrimonio de los valencianos.