(Fotografías de Manolo Guallart)
La asociación vicentina Altar del Mocadoret vivió el pasado 2 de marzo una gran noche, considerada por sus miembros como ‘emblemática’.
El llar de la Calle de las Danzas nº 2 acogió una velada con un programa variado y al tiempo muy emotivo. Se celebró la Junta General Extraordinaria, con la lectura del acta del ejercicio 2016, que fue leída por el secretario Juan José Mulet en presencia del presidente Manuel Ferri y que fue aprobada por unanimidad.
Tras la bendición por el consiliario Mariano Trenco ( párroco de iglesia de San Martín Obispo y San Antonio Abad), el Clavario Juvenil Joan Sánchez Albert y la Clavariesa Mayor Mª Jesús Moll Navarro recibieron sus medallas acreditativas de manos de la Honorable Clavariesa de las Fiestas Vicentinas, Carmela Morell, que presidió el acto. También fue el momento de la imposición de las insignias a los nuevos miembros de la Junta Directiva.
A continuación, llegó el momento más esperado por los asociados, el sorteo entre los miembros de la asociación que habían solicitado al secretarrio la opción de ser clavarios en el año 2018 y tener las imágenes, en custodia, de Sant Vicent Ferrer en su casa.
Fue la Honorable Clavariesa quien extrajo, de forma manual, las bolitas que debían indicar los futuros clavarios mayores. Resultaron agraciadas como Clavariesa Mayor 2018 Leonor Sampedro Marcarós y como Clavariesa Juvenil 2018 Pilar Belda de Juan.
Como el cargo de Camarera de la imagen de San Vicente Ferrer se renueva cada tres años, se hizo la elección de la que entrará como vicecamarera en la entrega del santo de este año 2017 y será la principal en el periodo 2021-2023: Rosa Alonso Planells.
En este acto entrañable, que en otro tiempo era exclusivo para los abonados de la asociación, estuvieron presentes miembros de otros altares y asociaciones vicentinas, así como amigos de otras fiestas valencianas, que asistieron a la tradicional subasta de tortadas artesanales. Ejercició como animador de la puja el directivo Pepe Pérez, cuyo arte y procedimiento fueron muy aplaudidos, con la adquisición de una decenas de bizcochos, similares a los que serán repartidos entre los abonados en los días previos a la fiesta.
La noche terminó con la tastà de este dulce tan valorado por todos, junto a la típica mistela y riquísimas magdalenas.