La simbiosis entre el arte urbano y los ciudadanos que ya evidenciara la primera edición de Graffitea, crece y se internacionaliza en la segunda, con más intervenciones y un gran éxito de las actividades paralelas
Cheste se ha sumergido definitivamente en el arte urbano con la segunda edición de Graffitea, el festival de arte mural que, esta vez con más y más diversas intervenciones, ha convertido ya al pueblo en un museo vivo.
Los talleres de arte urbano dirigido a los más pequeños han sido todo un éxito, tal y como nos cuenta el coordinador del festival, el famoso muralista Toni Espinar: “Los talleres han tenido una media de 40 participantes, todo un éxito”.
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Artistas venidos de otros países como Polonia, Italia, etc., le dan una dimensión más universal que la profusión de distintos lenguajes y estilos que, en perfecta simbiosis, han conferido y seguirán confiriendo al pueblo de Cheste la condición de museo vivo al aire libre.
Cabe destacar la apuesta valiente y decidida del Ayuntamiento de Cheste, que no solo mantiene su apoyo y cobijo al festival Graffitea sino que ha reforzado su apoyo con creces en esta segunda edición, convencido de estar construyendo para Cheste “una oferta de turismo permanente, no sujeto a la estacionalidad” como comentaba Mª Ángeles Llorente, que encabezó la Ruta de Intervenciones que se celebró a las 18:30 horas de este domingo, con casi todas las obras ya acabadas.
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Fotos: Javier Furió