El domingo 17 de febrero, a las 12 del mediodía, bendición de animales de San Antonio Abad en la plaza Joan de Ribera, frente a la puerta de la iglesia de los Santos Juanes, organizada por la asociación de la Bendición de Animales de San Antonio Abad de Puçol, formada por un grupo de vecinos aficionados a los caballos que ya llevan una década trabajando para que la tradición no se pierda.
Asumieron la responsabilidad de organizar el acto siete aficionados, para evitar que se perdiera la fiesta. Al principio eran algo así como ‘los 7 magníficos’, por su amor a los caballos. Al sumarse a la Federación Valenciana, lograron tener una fecha coordinada con otros pueblos, normalmente el último o penúltimo domingo, lo que facilita que los dueños de los caballos puedan participar también en Puçol, después de haberlo hecho en otros pueblos.
Este año las bendiciones en los 19 pueblos de la Federación se realizan del 13 de enero al 24 de febrero «y a Puçol nos toca el 17 de febrero, lo que nos deja todavía un domingo libre por si surge una emergencia, como hace dos años que llovió y se tuvo que suspender, pero lo hicimos al domingo siguiente», explica el presidente José Vicente Sanchis.
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La bendición de animales mantiene el mismo ritual que se conoce desde el siglo pasado: se realiza un domingo a las 12 del mediodía, después de una misa en la parroquia de los Santos Juanes y tras sacar la imagen de San Antonio Abad a la plaza, primero desfilan las mascotas («sobre todo perros y gatos, aunque cada vez hay más animales distintos») y al final los caballos.
Cada año reparten en torno a 600 bolsas con detalles para todos los participantes, que incluyen la estampa del santo, el maíz, la algarroba y el panecillo tradicional. Además, un detalle especial para los que desfilan con los caballos, «detalle que este año hemos cuidado especialmente, ya que celebramos nuestro aniversario», finaliza el presidente.
Trabajan con discreción durante meses para que la tradición se mantenga viva y los vecinos disfruten de una mañana espectacular, pero siguen pidiendo que las nuevas generaciones se impliquen, que entre gente joven a echar una mano, porque estar muchos años al pie del cañón cansa, así que si alguien se anima sólo tiene que contactar con cualquiera de ellos, por ejemplo en el bar Nuro, donde es posible localizar a alguno de los veteranos miembros de la asociación.