Fotos: Félix Perona y Manolo Guallart.- La ciudad de Valencia rindió el pasado 23 de julio un sentido homenaje a todas las personas que han fallecido durante la pandemia de COVID-19, y con tal motivo se celebró un acto de recuerdo y en apoyo de sus familiares. Un acto en el que además se reconoció la labor de las numerosas personas que han permanecido trabajando y garantizando la prestación de los servicios esenciales en la ciudad.
La plaza del Ayuntamiento, casi ya reconvertida en espacio peatonal, fue el escenario del acto cívico organizado por el Ayuntamiento, que contó con música poesía, pirotecnia y luz como elementos simbólicos del homenaje y afecto de valencianas y valencianos de bien. La explanada en la que todos los meses de marzo se disparan las mascletaes que admiran a medio mundo, ayer se convirtió en un patio de butacas, con la distancia recomendada por Sanitat, en las que desde el president de la Generalitat, Ximo Puig, el alcalde de Valencia, Joan Ribó, y demás personalidades de los ámbitos político, social y cultural abrazaron el homenaje como suyo.
La fachada principal del Ayuntamiento estaba -y estuvo durante todo el acto- iluminada en blanco, como también las de los edificios de Correos, Ateneo Mercantil y el Rialto, como imagen unitaria de respeto y distinción a las víctimas de la pandemia y a los servicios esenciales.
La Orquesta de València, dirigida por Ximo Tèbar, desplegó su magia musical en un programa especialmente escogido para la ocasión: Adagietto de la Sinfonía nº 5 de Gustav Mahler, la Sentimental Sarabande de la “Sinfonía Simple” de Benjamín Britten, el “El Aria de la Flor” de la ópera Carmen de Bizet, el intermezzo de la ópera Cavalleria Rusticana de Pietro Mascagni, “El Cant dels Ocells” popularizada por Pau Casals y el “Ave María” de la ópera “Otello” de Giuseppe Verdi. Las dos últimas piezas, con la participación de la soprano Carmen Avivar, cantante solista del Cor de la Generalitat.
También hubo espacio para la poesía, con los poemas «Cant de primavera» y «Les veus», del poeta valenciano Marc Granell, en la voz del rapsoda valenciano Vicent Camps. Un minuto de silencio en memoria de las personas fallecidas, en apoyo de sus familias y en reconocimiento a los servicios esenciales de la ciudad dio paso al colofón que no podía ser otro que uno de los hechos diferenciales del pueblo valenciano: la pólvora. Una serie de disparos pirotécnicos simultáneos desde la plaza del Ayuntamiento, y desde los barrios y pueblos de València, dibujaron en el cielo nocturno de la ciudad ‘palmeras blancas’ como elemento simbólico del reconocimiento y homenaje.