(Fotografías: Manolo Guallart)
Las celebraciones comenzaron el 9 de noviembre, fecha clave que conmemora la llegada del Santísimo Cristo del Salvador -en 1250- por el río Turia. Fiesta y comienzo del Novenario con la solemnidad merecida, manteniendo las medidas de seguridad necesarias en la actualidad.
Cumplido el programa espiritual de varios días en la Real Iglesia del Santísimo Cristo del Salvador, el 17 de noviembre culminó el Novenario con una eucaristía presidida por el rector José Máximo Lledó, con diáconos y seminaristas del Colegio Seminario de la Presentación y Santo Tomás de Villanueva, miembros de la Antigua, Real y Pontificia Archicofradía y Hermandad del Santísimo Cristo del Salvador y devotos, con las limitaciones que exige la situación sanitaria. También estuvo presente el concejal del Ayuntamiento de Valencia Juan Giner (PP).
En su homilía el rector del templo y prior de la Archicofradía, José Máximo Lledó, expresó que «la única forma de ser cristianos es vivir a imitación de Cristo, poniendo mente y corazón en nuestro Salvador».También hizo referencia a un milagro acaecido en el siglo XIX en la misma iglesia, cuando un obrero que realizaba una reparación en el presbiterio cayó de un andamio y resultó ileso.
[quote cite=’Imploro de esta dulce imagen de nuestro Salvador su auxilio para todos, su amparo a la ciudad de Valencia, a la que no ha abandonado nunca en su historia, y su ayuda a España en estos tiempos que exigen unidad, igualdad, justicia y libertad’ align=’right’]Iván Álvarez de Toledo Gómez-Trenor, Hermano Mayor de la Archicofradía[/quote]
No hubo procesión por el entorno del templo con el Santísimo Sacramento bajo palio -previamente suspendida-, centrando tras la eucaristía el final de la celebración en el tradicional «Ejercicio de las Cinco Llagas» -canto y oración- y la exposición de Jesús Sacramentado con la mayor solemnidad.
El parlamento final del Hermano Mayor de la Archicofradía, Iván Álvarez de Toledo Gómez-Trénor, permitió hacer balance de la Fiesta, destacando el deseo de impulsar «la piedad y la devoción Santísimo Cristo del Salvador, así como ayudar a los más necesitados como hace la Archicofradía, gracias a la generosidad de sus miembros, concretamente a la Fundación MAIDES)».