Fotos: Manolo Guallart.- Los que ya peinamos canas recordamos aún abiertos aquellos exiguos espacios dedicados en su gran mayoría a la artesanía y otros oficios de manufactura que, en una imagen romántica que refrescaba para nosotros otros tiempos, otros siglos incluso. Se accedía a ellos por unas breves escaleras que los situaban en una especie de semisótano a poca profundidad bajo de la iglesia de los Santos Juanes y alojaban a los últimos maestros alpargateros, herreros, hojalateros…, son las denominadas ‘covetes de Sant Joan‘.
Ahora los Presupuestos Municipales del próximo 2021 incluyen la rehabilitación de la plaza de Brujas y todo su entorno y en este proyecto quedan vinculados estos elementos singulares, pegados como una segunda piel a una de las joyas de la arquitectura y la tradición de la ciudad de València. El alcalde de València, Joan Ribó visitaba la semana pasada algunos de estos antiguos recintos que van a ser rehabilitados y puestos en uso de la mano de la Asociación Recuperem les Covetes, con el apoyo del Ayuntamiento.
Ribó ha visitado las antiguas edificaciones acompañado por el presidente de Recuperem les Covetes, Raúl Escobar, quien agradecía públicamente al Ayuntamiento «toda su colaboración a la hora de apoyar los objetivos de la asociación, y su predisposición en todo momento para recuperar estos importantes elementos del patrimonio cultural, histórico y comercial valenciano», tal como ha afirmado. Y es que son muchos años de auténtico abandono.
En palabras de Escobar, «con sus dos BIC (Bien de Interés Cultural) y La Lonja Patrimonio de la Humanidad, nos encontramos en la plaza más importante, en cuanto a patrimonio, no sólo de València, sino de toda la Comunitat Valenciana». Además, el representante de la asocación ha asegurado que no hay en todo el Estado «ni quizás en toda Europa, un elemento similar a estas Covetes».
El pasado mes de mayo el Ayuntamiento renunció a ejercer su ‘derecho de retracto’ en la adquisición de les Covetes, con el objetivo de que los propietarios particulares agrupados en la Associació les Covetes pudieran dar impulso a la rehabilitación y puesta en uso de estos espacios históricos. El derecho de retracto es un derecho de adquisición preferente por el que su titular (en este caso el Ayuntamiento de València, por tratarse de unas edificaciones en entorno BIC y afectadas por el Plan Especial de Protección de Ciutat Vella) tiene la facultad de adquirir un determinado bien o derecho.
Ribó ha mostrado su convencimiento de que la función comercial y artesanal que durante siglos se llevó a cabo en estos recintos puede volver a ser una realidad. A preguntas de los periodistas que han asistido a la visita, el alcalde ha explicado que, en principio «está previsto que las obras de rehabilitación de la plaza y su entorno empiecen en 2021». «Al Ayuntamiento le corresponde la urbanización de los exteriores, los accesos… tal como establece el proyecto de rehabilitación. Pero el interior de les Covetes la emprenderá la propiedad». A todo ello se suma el proyecto de rehabilitación de la iglesia de los Santos Juanes, impulsado desde la Fundación Hortensia Herrero.
El presidente de la Asociación, Raúl Escobar, ha explicado que la función de les Covetes a lo largo de los siglos ha sido siempre «de uso comercial, de pequeños comercios; y con el paso del tiempo han ido cambiando de propietarios y de usos según las necesidades de cada época». Según Escobar, el objetivo de la asociación es «recuperar este uso de pequeño comercio y potenciarlo en clave de comercios de proximidad relacionados con el diseño y con la artesanía». El representante de la entidad también ha destacado la importancia de acometer esta labor de recuperación «en un momento en que Valencia se encuentra en pleno apogeo cultural por su designación como Capital Mundial del Diseño 2022».
Espacios BIC en un entorno BIC
Les Covetes de Sant Joan son espacios BIC localizados en un entorno también BIC (la plaza del Mercado, La Lonja y a la Iglesia de los Santos Juanes). Son edificaciones de principios del siglo XVIII, habilitadas en semisótanos de poca superficie, que albergaban chatarrerías y comercios de viejo. Constituyen un valioso ejemplo del patrimonio cultural valenciano, y su historia se remonta a 1700, año en el que la ciudad cedió a la parroquia los terrenos sobre los que, en 1702, el arquitecto Julio Capuz comenzó a levantar los locales y la terraza que los cubre.
Tras unos primeros años de explotación de los recintos por parte del propio arquitecto y otros en que lo hizo la Iglesia, a comienzos del siglo XIX Les Covetes fueron enajenadas y adquiridas por los profesionales que en ellas comerciaban. Alpargateros, hojalateros, linterneros…, daban servicio a la clientela desde estas cuevas urbanas, vestigio excepcional de los primeros puestos fijos del tradicional mercado que da nombre a la plaza y que, mucho después, dio origen a la construcción del Mercado Central.