San Vicente Mártir: con él, el Señor mostró la Fe a Valencia.
(Fotografías: Manolo Guallart)
El curso de la historia de Valencia cambió aquel año 304, en que Vicente entregaba su vida al Señor y nos mostraba la fortaleza de Fe en un joven, traído desde Zaragoza para ser juzgado por ser cristiano, en Valencia.
La vida de Vicente, empieza en Huesca, ciudad que le vio nacer y que se comenta que podría ser familia de Lorenzo, el Santo español que fue martirizado en Roma y por el cual tenemos en Valencia el Santo Cáliz.
San Lorenzo, patrón de Huesca, es el prototipo a seguir por todos los cristianos que escucharon los tormentos y torturas que alcanzo en su martirio. Y este dato del año 258, debió escucharlo Vicente en sus primeros años de aprendizaje cristiano. Más tarde, ya en Zaragoza , volvió a escuchar con gran elocuencia de su Obispo Valero el suplicio del Patrón de Huesca .
Vicente alcanzó el cargo de Diácono y recogió el testigo de su admirado y posible familiar Lorenzo a quien no conoció.
Si es verdad que los Santos son para celebrar e imitar, sigamos el ejemplo de San Vicente, que hizo suya la Fe de Lorenzo y fue capaz de llegar hasta el extremo, con una Fe inquebrantable.
Es muy difícil por nosotros solos vencer al Maligno. Y en este caso, los Romanos, con sus temporadas de duras persecuciones, intentaban amilanar a los cristianos para que abandonaran su Fe, incluso hasta la muerte, mostrando numerosos ejemplos de su profesionalidad en provocarla; pero con Vicente no llegaron a vislumbrar que sería en vano, ya que estaba envuelto del amor de Dios, el cuidado de su iglesia de Caesaraugusta y el ejemplo de Lorenzo, vivo, muy vivo en su memoria.
La valentía de Vicente, según nos cuentan sus crónicas, hubiera sucumbido en el duro juicio verbal que soportó, ayudando a Valero, impedido de fluidez en el habla.
O hubiera sucumbido en el penoso camino de Zaragoza a Valencia, que no habría soportado por fuerte que fuera. O quizá lo hubiera hecho en la tormentosa llegada a Valencia -capital Romana,-y su encarcelamiento, maniatado y maltratado para que su juventud se derrumbara.
Tortura de San Vicente Mártir en el tormento de la hoguera
Pruebas durísimas que parecían no afectar en la Fe de Vicente, tormentos que fueron tan crueles que podrían haber hecho tirar la toalla al más fuerte de entre los fuertes. Pero Vicente debió pensar que por el Señor era posible soportarlo todo.
Ermita de San Vicente Mártir (c/ Ermita, 1)
Metido en un pozo a oscuras, con el suelo lleno de piedras de cantos afilados -el ecúleo- donde sus huesos y músculos sufrían lo indecible, la persecución de la Fe de Vicente fue tomada muy en serio por el Prefecto Daciano, obsesionado en dar escarmiento a los cristianos.
Los azotes, las brasas, los garfios…quebraron su cuerpo, pero no su Fe; porque su Martirio no lo soportaba solo…, allí estaba en su memoria, la Fe de Lorenzo quien le precedió con el ejemplo y que éste a su vez había recogido de San Esteban.
Los tres grandes diáconos protomártires: Esteban , Lorenzo y Vicente forman los primeros pasos de la Cristiandad, los mismos pasos que nosotros seguimos con sus ejemplos de Fe.
Vicent Benlloch, Fiesta a San Vicente Mártir de Benimàmet