Un ‘engraellat’ o mascletà al estilo tradicional para celebrar el 5º aniversario de las Fallas Patrimonio de la Humanidad
Fotos: Antonio Cerveró y Javier Furió | Vídeo: Javier Furió.- Finales de noviembre de 2021. Valencia celebra el quinto aniversario de la declaración de las Fallas como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.
La pólvora, como ingrediente indispensable en las Fallas, cobra protagonismo en la Ciudad del Artista Fallero. Una mesa redonda sobre el papel de la pirotecnia en el calendario festivo valenciano congrega a expertos profesionales de la pirotecnia desplegando todo su saber, curiosidades y anécdotas sobre su arte ante los presentes, medios de comunicación, fieles, amigos y vecinos, con la asistencia de las Falleras Mayores de València, Carmen Marín y Nerea López, y sus Cortes de Honor, acompañadas por el presidente de la Junta Central Fallera, Carlos Galiana.
Nada más concluir la charla, la comitiva se desplaza a la calle contigua para disfrutar de un ‘engraellat‘, que es la versión más antigua que se conoce de lo que derivó en la actual mascletà. Se tienen datos de que en el tercer cuarto del siglo XIX ya se disparaba esta variedad de espectáculo pirotécnico.
El ‘engraellat‘ o ‘engraellà‘ se dispara con pólvora introducida en unos pequeños tubos metálicos semejantes a pequeños cañones que tradicionalmente eran clavados en tierra, lo que provoca que el estruendo, el ‘trueno’, sea más potente aún. Los entendidos comentan que el ruido retumba tanto que llega a ensordecer.
La especial configuración de las naves en las que se alojan los talleres falleros de Ciudad Fallera hacía pensar que el estruendo no sería tan fuerte como en una calle rodeada de edificios más altos pero no decepcionó en absoluto.
Cuando las Falleras Mayores de Valencia encendieron la mecha, el estruendo del ‘engraellat’ lo inundó todo. Para los amantes de las mascletàs más fuertes y poderosas, ese potente bombardeo que retumba bajo los pies, el del domingo pasado fue todo un espectáculo.