Las calles de Algemesí volvieron a llenarse para celebrar la procesión de la Mare de Déu de la Salut
Fotos y vídeo: Agustín Verdeguer.- Las calles de Algemesí volvieron a hervir de actividad por doble motivo: El primero, que se conmemoraba el décimo aniversario de la declaración de la fiesta de la Mare de Déu de la Salut como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. El segundo, las fiestas se celebraban en todo su esplendor por primera vez tras el obligado parón para intentar frenar el avance de la pandemia de coronavirus. Y eso significa que había muchas ganas en la localidad de la Ribera Alta.
El día 8, día de la Purísima Concepción, la imagen de la Mare de Déu de la Salut era trasladada en romería hasta el Convento de San Vicente Ferrer después del novenari. A las 10.30 horas se celebró una misa en el claustro y, al acabar, cada grupo de bailes ofreció una muestra en el mismo espacio para, finalmente, iniciar la procesión con la consueta completa.
Todos los bailes y la Muixeranga volvieron a recorrer las calles de Algemesí, concretamente, la calle de los Fusteros y la calle de la Montaña hasta la Plaza Mayor a ritmo del tabal y la dolçaina, llenando de color, música y tradición el ambiente y llenando los corazones de propios y extraños.
La Mare de Déu hacía su solemne entrada en la Basílica de Sant Jaume escoltada por todos los bailes alrededor de las 13.30 horas. Durante la celebración de todos los actos se aplicaron las medidas de seguridad sanitarias en vigor.
