Pirotecnia Mediterráneo culmina la víspera del 9 de octubre con un castillo en Tarongers
Vídeo y fotos: Agustín Verdeguer.- La jornada del 8 de octubre en Valencia fue intensa: Colas kilométricas en la plaza del Ayuntamiento para visitar la Reial Senyera, expuesta en el Salón de Cristal, los aledaños de la Diputación de Valencia repletos de fiestas y tradiciones valencianas en el Pasacarrer de les Comarques con el Tío de la Porra de Gandia, la Associació Modernista de Carcaixent, el Grup de Danses i Rondalla Repicó de Manises, ‘Saguntum Civitas’ de Sagunto, las Festeras de Alpuente 2020+2, la Tradición y Fiesta Tierra Bobal, el Pasacalle del Pan Bendito, comisiones de la Fiesta de la Vendimia y banda de la Asociación Santa Cecilia de Utiel-Requena, Els Cabolos de Bocairent, els Balladors i Balladores de Quatretonda con músicos de la localidad y el Grup de Gegants i Cabuts de Benetússer.
Hubo tiempo también para la representación de las Ambaixades de la Conquesta, interpretada por la Federación Valenciana de Moros y Cristianos (FeVaMiC), preludio de la entrada de Moros y Cristianos que la tarde del 9 de octubre llenará de la magia más ancestral las calles del centro de la ciudad.
El final de la jornada lo marcaba un espectáculo tan bello como esperado, en forma de fuegos artificiales. En esta ocasión, el habitual castillo lo disparó la Pirotecnia Mediterráneo y el lugar escogido era toda una novedad: El Campus de Tarongers. Ahí es cuando las palabras se quedan no ya cortas, sino absolutamente inútiles para describir lo que las imágenes retratan con mejor acierto.