La imagen de la Dormición de la Virgen protagoniza la festividad de la Asunción en Ciutat Vella
Fotos: Vicente Almenar y Agustín Verdeguer.- El arzobispo de Valencia, monseñor Enrique Benavent, presidió este martes en la Catedral, la misa con motivo de la solemnidad litúrgica de la Asunción de la Virgen, “una celebración que nos revela que la humildad es el camino hacia el cielo”, destacaba.
Por la mañana en la Catedral, tras el canto de laudes, el Arzobispo y el Cabildo recibían, en la Puerta de los Hierros, la llegada de la imagen de la Dormición de la Virgen, que era trasladada desde la Capilla de la Virgen del Milagro, en la calle Trinquete de Caballeros, portada por miembros del “Grup de Mecha” caracterizados como los doce apóstoles.
Después daba comienzo la misa solemne, en la que monseñor Benavent explicaba que esta solemnidad “llena de gozo y esperanza a todos los creyentes y a toda la humanidad” y con ella se recuerda que la Virgen “nunca presumió ni se engrandeció por lo que era, tenía o había hecho sino que proclamó que lo importante no era lo que Ella había hecho sino lo que Dios había hecho en Ella”.
“En María se unen dos extremos: la mayor humildad, por su parte, y la mayor glorificación que Dios hace en Ella. En Ella vemos cómo Dios da su gracia a los sencillos y resiste a los soberbios”, ha señalado.
En este día “celebramos que la Virgen María ha llegado a la meta pero no es solamente el recuerdo de un final o del término de la vida terrestre de María: en Ella coinciden el fin de su vida terrestre y su glorificación”, según monseñor Benavent, que ha añadido: “celebramos la llegada de María a la plenitud, al cumplimiento, a la plena realización de todo su camino de fe”.
La celebración de la fiesta de la Asunción continuaba por la tarde, a las 18:30 horas con las segundas vísperas solemnes. Después, sobre las 19 horas, la imagen yacente de la Dormición de la Virgen recorría las calles de Ciutat Vella en la procesión vespertina de la fiesta de la Asunción, considerada la procesión más antigua de la Archidiócesis ya que data del año 1352.
La imagen era llevada desde la Catedral hasta la Capilla de la Virgen del Milagro, en la calle Trinquete de Caballeros, donde se venera todo el año, acompañada por el Cabildo de la Seo y portada en este recorrido por el ‘Grup de Mecha’, cuyos miembros iban caracterizados como los doce apóstoles.