UNA ESTRELLA DE ESPERANZA
«Hoy os ha nacido un Salvador: el Mesías, el Señor» (Lc 2, 11)
La gran noticia que Fray Conrado recibió en su juventud fue la vocación por los demás. Por eso preparó su partida desde la casa familiar y marchó a realizar la divina aventura que fue su vida.
Confianza plena en Jesús para encarnar el mensaje que descubrió en Belén y le acompañó siempre.
[button style=’red’ url=’https://www.flickr.com/photos/94296774@N06/albums/72157690670092565′]VISITA VIRTUAL A LA EXPOSICIÓN DE BELENES[/button]
Esta cita bíblica y la posterior reflexión acerca de la actitud de vida de Fray Conrado Estruch, el ‘fraile de los pobres’, puede leerse en el Boletín nº 4 que edita desde hace un año la Asociación Fray Conrado Amigos de San Antonio, dirigida por Fernando Sánchez.
Dos años después de ‘su partida’, Fray Conrado está vivo en sus compañeros de viaje más cercano, tanto la asociación con la que vivía cada martes una ‘Hora Santa’ y mensualmente (cada primer martes) repartía alimentos y ropa a los más necesitados desde la portería del Convento de San José (Cirilo Amorós nº 67) en Valencia, que fue su casa durante tantos años, como la comunidad de frailes capuchinos en la que permaneció gran parte de su vida. Allí acogía a todos los que acudían a verle y que recibían su alegría, su consejo y tantas veces todo lo que él podía compartir, tanto espiritual como material.
Así, durante todo el año elaboraba belenes insólitos ‘con manos temblorosas y materiales aparentemente defectuosos o estropeados…» y todos los que acudíamos al convento por estas fechas …»sabíamos que con la adquisición de esas pequeñas obras de arte y amor se costeaban ayudas para cientos de necesitados…» – como apunta Eduardo Martínez, persona de referencia cuando quiere conocerse en profundidad la vida de este fraile capuchino.
Se cumple la tradición
Ya en 2017, ayer 6 de diciembre, conla Navidad al caer para muchos, los Amigos de San Antonio presentaron una nueva propuesta artístico-solidaria con otros más de mil belenes de diversos tamaños, estilos y acabados, siempre al ‘estilo Fray Conrado’ y siguiendo la tradición de su fundador.
Así, tras la eucaristía presidida por el obispo auxiliar Esteban Escudero y concelebrada por el padre provincial de los Capuchinos José Vicente Esteve y otros sacerdotes, en la que fue ofrecido y bendecido un primer belén solidario, tuvo lugar el emotivo recorrido por la exposición de belenes -con un cuadro de Fray Conrado en su pasillo principal-, que recibió el agua bendita de manos de monseñor Escudero y la llamada para todos a tener en cuenta como prioridad a los hermanos pobres.
La fiesta siguió en el salón de actos con la actuación poético-musical del grupo artístico «Palabras», que cada año anima la jornada con poesías y canciones de época.
La muestra de belenes permanecerá abierta, hasta agotar existencias, en horario de 11h. a 13h.30′ y de 17h. a 19h.30′ .
Donativos destinados a la atención de más de 200 familias valencianas sin recursos, a la Casa Cuna Santa Isabel, al Cottolengo del Padre Alegre, a la Asociación para la Defensa de la Vida-Provida, al Comedor San José de Benimaclet y a misioneros de la orden capuchina en varios países.
Boletín, Calendario y Web
Los Amigos de San Antonio editan un boletín trimestral para rememorar y difundir su persona, su obra y su legado.
Como el año pasado, para 2018 se ha presentado un calendario de pared con una imagen de gran tamaño de Fray Conrado, cuyo primer ejemplar fue entregado al obispo auxiliar Esteban Escudero.
Está prevista la próxima presentación de la página web http://frayconrado.com
La Navidad permanente
Es importante destacar, en la perseverencia de Fray Conrado con tantos belenes solidarios durante más de veinte años, su vocación por los demás. Como él decía, «todo comenzó en el Portal de Belén…». Por eso vivía cada día con la esperanza de que la estrella que alumbró el Nacimiento de Jesús permaneciera durante todo el año en la vida evangélica que anhelaba vivir.
«La devoción a la Virgen, que es la Madre de Jesús, me hace pensar a todas horas en los pobres y recibirles aquí. Cuando no vienen, hay que ir a buscarles».
Gracias, Fray Conrado.