Fotos: Juan M. Ramón.- El barrio de la Xerea de la ciudad de València celebra, apenas una semana después del Corpus Christi, la festividad más antigua de la capital del Turia: Sant Bult. Y no es extraño porque hablamos de uno de los barrios más antiguos de la ciudad, cuyo nombre evoca una de las puertas de la muralla árabe que se ubicaba en lo que actualmente es la Iglesia de Santo Tomás y San Felipe Neri. Tras la conquista cristiana se convertiría en la Morería de la ciudad, ya que fue donde quedaron ubicados los musulmanes que permanecieron en Valencia por deseo del rey don Jaime.
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Al abrigo de este barrio nació la vocación a una imagen de Cristo Crucificado, Sant Bult, que según dice la tradición, fue traído a Valencia por Santiago Apóstol -o uno de sus discípulos-. Imagen románica -dicen que anterior a la llegada del rey don Jaime I a la ciudad-, es de las pocas que pertenece desde su origen al pueblo y no a la Iglesia, constituyendo un caso único en la tradición católica.
Desde entonces, una Junta de Clavarios y Clavarias se encarga de mantener y cuidar la imagen, que aguarda en el Hogar-Escuela de la calle En Blanch y que sale a procesionar año tras año por estas fechas. Tras siglos de ser una fiesta reservada sólo a los hombres, hace poco que se ha abierto también a las mujeres, en una lógica evolución con los tiempos que se resistía a producirse y que ahora ya es una realidad.
Unos tiempos, estos últimos, que han visto cómo la fiesta más antigua de Valencia ha vuelto a coger nuevos bríos y goza de la admiración y participación de numerosos valencianos y valencianas. La Fallera Mayor de Valencia acudió como ya viene siendo habitual a la procesión de una fiesta que, definitivamente, se alza como la mayor expresión de festes al carrer de nuestra ciudad.
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