El día de la Crida transcurrió ayer con miles de valencianos y valencianas ansiosos de escuchar las palabras que les indica que ya estamos en Fallas. Un anuncio que ya por la mañana tuvo su primera expresión de bienvenida, con el lenguaje de la pólvora, tan intrínsecamente unido a las Fallas. La hora, inaudita para un domingo normal y corriente, pero es que este pasado domingo no era normal ni corriente. La jornada de la Crida se abría con la misa a Santa Bárbara y con la macrodespertà: a las siete de la mañana.
Las Falleras Mayores de Valencia, Sara Larrazábal Bernal y Marina Civera Moreno, acompañadas de las componentes de sus Cortes de Honor, asistían a la Iglesia de San Juan del Hospital para ofrendar a Santa Bárbara, patrona de los pirotécnicos, junto a la Fallera Mayor Infantil de la comisión Mossen Sorell Corona.
Comenzaba después la macrodespertà, con más de mil infantiles de avanzadilla haciendo ruido por las calles del centro de la ciudad, seguidos de más de 2000 falleros que, a ritmo de tro de bac, despertaron a Valencia.
En su recorrido, desde la plaza de Alfonso el Magnánimo hasta la Plaza del Ayuntamiento, los falleros disfrutaron de uno de los símbolos más representativos de la fiesta, la pólvora. A lo largo del trayecto, se repartieron alrededor de 300.000 trons de bac que invadieron las calles de la ciudad de ese olor tan característico de nuestra fiesta, gracias a Pirotécnia Zarzoso.
Para finalizar, se disparó la primera mascletà del calendario pirotécnico de este año en la Plaza del Ayuntamiento, las máximas representantes, Sara y Marina, dieron paso al espectáculo de Pirotécnica Valenciana con el tradicional «Senyor pirotècnic, pot despertar a València».