La cofradía de Jesús de Medinaceli , de la parroquia de Santa María del Mar que tiene la Valencia marinera -cuya Semana Santa está como Fiesta de Interés Turístico Nacional desde 2011- lleva casi un año celebrando su 25º aniversario.
Fue el 4 de marzo de 2016 cuando el cardenal emérito de Sevilla Carlos Amigo presidió la eucaristía en la parroquia de Santa María del Mar con motivo de la festividad de Jesús de Medinaceli. Y desde entonces el colectivo semansantero ha organizado charlas penitenciales, procesiones, cenas fraternales, presentaciones de libros y hasta una dansà en honor a su imagen titular que contó con la participación de la Muixeranga de Valencia.
El acto más significativo del año fue la misa oficiada en junio por el arzobispo de Valencia, cardenal Antonio Cañizares, en el Real Seminario Corpus Christi «El Patriarca» y el posterior traslado de Jesús de Madinaceli hasta la Basílica de las Virgen de los Desamparados.
La culminación de este periodo se vivió ayer 18 de febrero con una nueva visita ante la Mare de Déu. La cofradía y numerosos devotos llenaron la Basílica, en cuyo altar mayor destacaba -en el lado de San Vicente Mártir- la imagen procesional de Jesús de Medinaceli vestida con su túnica original, recién restaurada por el bordador sevillano José Manuel Benítez Rubio y que en los momentos previos a la eucaristía fue bendecida por el rector-prior Juan Bautista Antón.
El presidente Juan Manuel Sánchez, el Hermano Mayor Julián Gimeno y el artesano sevillano subieron al altar mayor, quedando al amparo de la imagen. Juan Agustín Blasco, miembro de la cofradía, se digirió a todos los presentes para encuadrar este acto en las celebraciones del Medinaceli bajo la atenta mirada de la Clavariesa Mayor 2016 Carmen de Rosa: «Hoy ofrecemos al Señor atado, abandonado e injustamente juzgado como reo de muerte, la restauración de la túnica original». Haciendo referencia al soldado y posteriormente sacerdote jesuita Theilard de Chardin, Blasco explicó que»esta túnica está formada con todos nuestros esfuerzos, luchas, esperanzas y la determinación de concretarla en realidades materiales y caritativas para gloria y alegría de Dios Nuestro Padre».
En su homilía, Juan Bautista Antón presentó a Jesús de Medinaceli, el Cristo cautivo ante Pilato, como modelo del hombre al que debe aspirar todo ser humano.
Las fotografías de grupo, el canto a la Virgen de los Desamparados y un momento personal ante la imagen son el mejor recuerdo de una jornada histórica.
ENTREVISTA A JOSÉ MANUEL BENÍTEZ, BORDADOR SEVILLANO
Valencia, Fiesta y Tradición tuvo la ocasión de conversar con José Manuel Bénitez, autor de la restauración de la túnica original del Jesús de Medinaceli del Grao de Valencia.
Bordador con una experiencia de más de quince años, en su taller de Nuestra Señora del Águila de Sevilla labora con oro, plata y seda para la restauración de enseres antiguos e imágenes de gran valor artístico e histórico. En esta ocasión ha realizado un concienzudo trabajo, día y noche, para conseguir presentar a tiempo la túnica primitiva del Medinaceli tras un periodo de varios meses.
¿Tiene antigüedad esta túnica?
- Desde luego. La túnica primitiva del Medinaceli se puede encuadrar entre el último tercio del siglo XIX y el primero del siglo XX.
¿Cuánto tiempo ha dedicado a la restauración de la túnica?
- Como unos ocho meses, pero reduciendo los plazos con más dedicación, porque era importante que estuviera preparada para esta celebración
¿Es la primera vez que se restaura?
- No, han sido varias veces. La última en los años 40 del pasado siglo, se nota en los hilos usados anteriormente. Ha habido que realizar un soporte nuevo, limpiar el terciopelo y las piezas para adecuarlas. La humedad, el agua y los roces provocan un desgaste que hacía imprescindible acometer la restauración.
¿Qué se siente al realizar este trabajo?
- Es una imagen sagrada y tener la ropa del Medinaceli en mis manos representa una presencia espiritual que me acompaña en cada puntada.
Un marco incomparable para una bendición histórica. ¿Qué le ha parecido?
- Soy un gran devoto de la Virgen de los Desamparados desde niño. Aunque soy sevillano, me «tira» Valencia y su Mare de Déu. Ha sido muy emotivo estar presente y ver a Jesús y María en el altar de la Basílica. A la Virgen siempre le pido que me ampare en mi vida y en mi trabajo.