(Fotografías de Manolo Guallart)
Es habitual contemplar, cuando llega el buen tiempo, cómo se llena la plaza de la Virgen de un público ávido de ver en directo actuaciones de bailes tradicionales.
Los conocidos como Balls al carrer tienen muchos seguidores, más allá de los propios familiares o miembros del colectivo festivo -principalmente asociaciones falleras- que presenta a sus participantes.
Así, el domingo 19 de febrero tuvo lugar junto a la Casa Vestuario una muestra de bailes entre los que destacó uno en concreto. Estaba previsto para hace varios meses, pero coincidió con una mañana de lluvia y tuvo que ser suspendido.
Se trata de la Falla «Tio Pep» de la Plaza de la Reina, Paz y San Vicente, que en los momentos previos a su actuación invitó a los asistentes a rollets, coca de llanda i mistela, explicando con octavillas el acontecimiento que iban a festejar. En ellas podía leerse que en la catedral de Valencia había sido bautizado el niño Guillem, invitando a todos los presentes a esta celebración.
De este modo, con los primeros compases de la música sonó una traca y la comitiva apareció en la Puerta de los Apóstoles de la catedral, con los niños cantando el conocido «Padrí ronyós…» mientras recibián caramelos del citado padrino y sonaban las campanas de la Seo.
Padres, padrinos, familia, amigos y hasta el cura, todos sobre el escenario para bailar al son de tabal i dolçaina en honor al neófito fallero recién bautizado.
Más de treinta adultos y niños juntos ante un público entregado que aplaudía la originalidad de esta iniciativa festiva. Así, bailaron «Xum-xum», «U d´Ador», «Bolero de Guadassuar», «U de Xàtiva», «U de Marxuquera».
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