La Seu, es decir, la Iglesia Catedral-Basílica de la Asunción de Nuestra Señora de Valencia, vivió el 15 de agosto un día de fiesta grande.
Además de la Catedral de Valencia, hay 39 parroquias en la Archidiócesis dedicadas a esta advocación de la Virgen María. Según la comisión diocesana de Patrimonio Histórico-Artístico del Arzobispado de Valencia, «esta devoción se inició en la Reconquista cuando el rey Jaime I dedicó al misterio de la Asunción tanto la catedral valenciana como las demás iglesias que erigía en las tierras que iba conquistando».
Dicho culto fue el más extendido durante la Edad Media hasta que en los siglos XV y XVI tuvo mayor importancia el de la Inmaculada Concepción.
La mañana festiva comenzó con los Laudes en el altar mayor ,con la participación del cabildo catedralicio, y presididos por el arzobispo de Maracaibo (Venezuela), monseñor Ubaldo Ramón Santana Sequera, que también concelebró la posterior eucaristía.
Mientras tanto, la imagen yacente de la Dormición de la Virgen era trasladada desde la iglesia del Milagro (calle Trinquete de Caballeros) donde está durante todo el año. En este breve recorrido la imagen fue llevada por miembros del Grup de Mecha -representando a los doce apóstoles- hasta la Puerta de los Hierros de la Catedral.
Poco después, a las 10h.10´, en el segundo cuerpo del Miguelete se producía el fenómeno conocido como «alineamiento solar» a través de una singular ventana gótica construida para permitir -sólo en esta fecha señalada y en honor a la Asunción- el paso de los rayos del solar iluminando la sala.
El arzobispo de Valencia, cardenal Antonio Cañizares, junto con el cabildo, recibió la comitiva bendiciendo la imagen en el umbral de la Puerta Santa del Año Jubilar de la Misericordia, ocupando la Virgen un lugar de honor en el altar mayor.
En su homilía durante la misa solemne de la Asunción, que contó con la participación de la Coral Catedralicia, el cardenal Cañizares señaló que «esta fiesta “es un día para la esperanza, por la protección cierta de María que nunca nos deja…y porque supone la victoria total de Dios frente al mal”. «Y brilla de manera muy especial, precisamente, porque la Asunción es Madre de la Misericordia”.
Tras la eucaristía se procedió a ocultar la imagen de la Virgen María que preside en la catedral, una talla de madera policromada de Ignacio Vergara (siglo XVIII), dejando la bellísima visión de las puertas del antiguo retablo del plata del siglo XIX; en ellas hay varias escenas de la vida de la Virgen, entre ellas la Dormición.
[quote cite=’Los campaneros de la catedral realizaron toques durante todo el día,siguiendo una composición del canónigo de la Seo Teodosio Herrera, que data del siglo XVIII: entre otros, al alba, al final de la misa mayor y durante la procesión vespertina’ align=’left’]8 toques manuales de campanas[/quote]
Presidió la procesión el Deán de la Catedral, Emilio Aliaga. Tras la majestuosa salida por la Puerta de los Hierros precedida por el tradicional tabal i dolçaina, miembros de la cofradía del Nuestra Señora de la Seo y el cabildo catedralicio, la Asunción volvió a estar acompañada por los doce apóstoles (Grup de Mecha).
Un breve recorrido -plaza de la Reina, calle del Mar, plaza de San Vicente Ferrer, Trinquete Caballeros-, con gran participación de público, culminó la fiesta de la Asunción en Valencia con la llegada de la Virgen a la iglesia del Milagro.
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