(Fotos: Juan Manuel Ramón)
Tras el nombramiento de los Clavarios Mayores y el tradicional recorrido por el barrio de la calle Alboraya, el el que los Clavarios Infantiles portaron cañas con lazos verdes y repartieron programas, carteles y pequeñas palmeritas de horno anunciando la festividad de San Cristóbal, el día de julio llegó por fin la fiesta grande del barrio.
Una jornada memorable para el presidente Joan Carles Salnaova y los miembros de la cofradía, para el consiliario Pablo Villarroya, y sin duda para el Clavario Mayor, Jesús Manuel Plana Morales, que es el expresidente de la Hermandad de la Soledad, Veracruz y San Cristóbal de Villarrubia de los Ojos en Ciudad Real con la que tienen lazos de amistad y hermandad, así como para la Clavariesa Mayor Infantil a la niña María de la Sierra Plana Cañadilla y el Clavario Mayor Infantil al niño Manuel Pablo Plana Cañadilla.
Un completo programa que comenzó a primera hora de la mañana con la Missa de descoberta en el Monasterio de la calle Bodría, una eucaristía matinal seguida de las tradicionales salvas. Por la tarde una misa con la bendición las “palmeritas” del santo y la imposición de las medallas de la Cofradía a los nuevos clavarios, previa a la ronda de vehículos antiguos -destacando el camión de los bomberos y el Maremóvil de la Virgen de los Desamparados- que en un segundo pase por la calle Alboraya -ya ante San Cristóbal- recibieron la bendición.
Bailes tradicionales por el Grupo de Danzas del Altar vicentino de Russafa ante el santo y una procesión por el barrio (calles Alboraya, Jaca, Pintor Genaro Lahuerta, Pintor Vilar, Hugo de Moncada y Poeta Bodría hasta llegar de nuevo al monasterio). Participaron representantes de altares vicentinos, de fiestas de valencianas como el Cristo del Grao, Cristo de la Fe de la calle Sagunto, la Cofradía Virgen del Carmen de Grao, la Cofradía del Santísimo Cristo del Fossar y el Beato Gaspar Bono, así como de las comisiones falleras del barrio y representantes municipales de Ciudadanos y del Partido Popular.
En el recorrido hubo paradas y bailes, en la iglesia del Carmen y en los casales de las comisiones falleras Molinell-Alboraya y Trinitat-Alboraya, llegando al templo de las monjas canonesas donde se inició la fiesta para disfrutar de una espectacular mascletà nocturna de la Pirotecnia Vulcano.
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