Después de semanas de conciertos, eventos, diversión y la Gran Entrada Mora y Cristiana, los torrentinos y torrentinas pusieron punto y final ayer martes 30 de julio a sus fiestas patronales con la popular procesión en honor a los Santos Patronos, Abdón y Senén. Por la mañana, a las 10 horas se celebró la misa en la calle de los Santos Patronos a la que siguió una jornada de convivencia en la que participaron los vecinos y vecinas del barrio. Ya por la tarde, las 19.30 horas, tuvo lugar la solemne misa mayor en la Iglesia de la Asunción, a la que prosiguió la procesión por las calles del centro histórico de la ciudad, que acabó con un castillo de fuegos artificiales de casi diez minutos de duración en la Plaza Mayor con el que se puso el broche final a las fiestas patronales de 2019.
Unos actos en los que participaron el alcalde Jesús Ros, el concejal de Fiestas, Pascual Martínez, así como integrantes de la corporación municipal. También procesionaron los grupos de bailes regionales abriendo el desfile junto a los clavarios de San Isidro Labrador y miembros de todos las comparsas moras y filaes cristianas con sus representantes, las alféreces Rebeca González y Sonia Gumán, y sus capitanes moro y cristiano, Encarna Puig y Vicente Francés; la Reina del Encuentro, María Silla, y las falleras mayores de Torrent, Sandra Peris y Alicia Pallardó, además de las dos bandas de música de Torrent, la Unión Musical y el Círculo Católico.
Entrada Cristiana y Mora
Un día antes, el lunes 29, tuvo lugar la Gran Entrada Mora y Cristiana de Torrent, un acto que se ha consolidado en todo un referente en la Comunitat Valenciana y, año tras año, va creciendo tanto en número de festeros como en visitantes, que no quieren perderse la riqueza de trajes, música, bailes y el gran espectáculo de los boatos moro y cristiano. La tarde festiva comenzó con un pasacalle de las bandas de Torrent, que se reunieron alrededor de la Torre y calentaron motores para dar paso a la la Gran Entrada que, como novedad, este año estrenó recorrido, ya que al llegar a la plaza Mayor rodeó la Torre, antes de seguir su camino hasta Trinitarias.
En la primera parte desfiló el bando cristiano. La alférez cristiana, Sonia Guzmán, de la filà de Na Violant, acompañada de sus tres hijos como favoritos, mostró con su boato la batalla entre el bien y el mal. Mientras que el encargado de cerrar el ejército cristiano fue el capitán Vicent Francés, acompañado por su filà Hospitalaris y un espectacular boato que representaba la lucha histórica entre los moros y cristianos.
A continuación, las comparsas moras llenaron de color y música oriental las calles torrentinas. Fue en este momento el turno de la alférez mora, Rebeca González, perteneciente a Omeyes, que apareció con un boato lleno de música y un traje muy emotivo y especial, ya que estaba confeccionado por su suegra. El broche final del desfile llegó con la capitana mora, Encarna Puig, junto a su comparsa Muladins, que recibió el cariño y los aplausos de los torrentinos y torrentinas. La capitana desfiló con un elaborado vestido y portando un báculo dorado que la acompañó durante todas las fiestas. Encarna fue precedida por su marido y sus dos hijas, que fueron sus favoritos.
Pedida de mano
Durante el desfile cristiano, el cabo templario Ricardo Benet sorprendió a todos los presentes a la altura de Casa de Cultura, cuando reorganizó su escuadra para dirigirse a la que conducía la cabo Amparo Velarde, para pedirle matrimonio con la colaboración de las y los Templarios y del hijo de la pareja, que apareció portando un ramo de flores que entregó a su madre emocionada; todo ello en presencia de familiares y amigos, así como del alcalde Jesús Ros y la corporación municipal, que veían la bajada desde sus sillas.
