Fotos: Félix Perona.- Una romería sirve, en pleno mes de agosto, de celebración previa a las celebraciones que con motivo de la festividad del Cristo de la Fe mueve a cientos y cientos de vecinos y vecinas de La Cañada en unos días.
Se trata de una romería cargada de detalles que la convierten en un acto único. La imagen del Cristo de la Fe va montada en un carro engalanado con multitud de elementos vegetales y florales. Los peregrinos portan durante todo el recorrido una caña de unos dos metros de altura y, colgada del extremo superior, una rosquilla.
Marca la tradición que, acabado el trayecto de la romería y alcanzado el objetivo final, la bendición abre el turno para el reparto y degustación de las rosquillas que alimentan cuerpo y alma de humanos y animales en un gesto imperecedero.
