La barriada de la calle Sagunto ha vivido unas fiestas de excepción por la situación sanitaria vigente, que ha limitado las celebraciones al interior del templo parroquial. El Salvador y Santa Mónica debía haber protagonizado la tradición procesión del primer martes después de Pentecostés, pero no ha podido ser.
Siguiendo el programa anunciado, ARTÍCULO PREVIO el domingo con misas durante toda la jornada, lunes con la procesión claustral con el Santísimo Sacramento tras la eucaristía y martes con la ‘Descoberta’, una Oración de Vida Consagrada, misa mayor y paso de los devotos ante la imagen procesional del Cristo de la Fe en una capilla creada para la fiesta.
La comunidad parroquial, con el sacerdote José Ricardo Albelda, han acompañado al Presidente de la Cofradía, Jesús Perea, y a la Camarera 2020, Amparo Máñez, en un año singular que también será recordado por las extraordinarias medidas de seguridad y sanitarias en el templo. El pase de la fase 1 a la fase 2 modificó el aforo de la parroquia del 30 a 50% entre domingo y lunes-martes, lo que permitió mayor participación.
Representantes de las fiestas de estas fechas como la Virgen de la Consolación y la Virgen de los Desamparados (Fiesta de la Rosquilleta, que seré el próximo fin de semana), también de la cofradía del Cristo de la Fe y San Vicente Ferrer de Valencia, de altares vicentinos y otras fiestas de barrio como San Cristóbal (calle Alboraya).
Mestres Campaners ha realizado toques manuales durantes estos días, tantos en los momentos previos como durante las misas y actos significativos.
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