La devoción por San Blas en el barrio de Russafa
Fotografías: Manolo Guallart
Cada 3 de febrero, el barrio valenciano de Russafa festeja a San Blas con una gran devoción.
La parroquia de San Valero Obispo y San Vicente Mártir abre sus puertas hasta las nueve de la noche para permitir la participación de los fieles en las celebraciones en honor a San Blas en el día de su festividad litúrgica, así como la veneración de la reliquia del Santo.
Cuatro misas por la mañana y dos más por la tarde convocan a numerosos devotos del barrio, así como de otras partes de la ciudad. También este año, pero en condiciones especiales por la situación de pandemia, con extremadas medidas de seguridad y sanitarias controladas por voluntarios devotos del Santo que habitualmente participan en los actos festivos.
La habitual capilla de la Inmaculada Concepción (primera de la derecha al entrar en el templo por la puerta principal) presenta cada año en esta fecha señalada la imagen original de San Blas (obra de Vicente Rodilla, realizada en 1941). Esta bellísima escultura se encuentra durante el año en una pequeña capilla que comparte con Santa Rita de Casia, pero cada 3 de febrero es el principal lugar de peregrinación de Russafa.
En 2021, cancelada la tradicional procesión por el barrio por la situación sanitaria actual, la imagen procesional que normalmente es ubicada en el exterior del templo para su veneración, en un ambiente festivo donde habitualmente comparte espacio con el mercadillo del porrat y los puestos de coquetes i oli beneït, ha pasado a ocupar lugar de privilegio en el presbiterio de la parroquia junto con la reliquia del santo que siempre está en la capilla con la imagen original.
De este modo, en el periodo entre las eucaristía de la jornada, los devotos ha podido recibir estampas ‘pasadas por la reliquia’ -siempre respetando la distancia de seguridad- pero sin poder vivir la tradicional imposición del aceite bendecido sobre la nuez de su garganta, que genera cada año largas colas de sentimiento y devoción a San Blas. Eso sí, las típicas galletitas y el aceite bendecido, así como medallitas del Santo, han estado disponibles junto a la sacristía y una de las puertas laterales después de ser bendecidas en la primera celebración matinal.
Todas los actos en honor a San Blas han sido organizados por el Consejo de Pastoral, que han colaborado por el párroco Juan José Llorens y el vicario Francisco Torres, para que la fiesta de San Blas haya podido celebrarse un año más aunque haya sido en condiciones excepcionales por la pandemia.
La festividad de San Blas se celebra en la parroquia San Valero y San Vicente Mártir desde la fundación de la Cofradía en el siglo XVI en el barrio de Russafa.
San Blas
San Blas fue un médico y obispo de Sebaste (Armenia -actualmente en Turquía-) durante los siglos III y IV. Hizo vida eremítica en una cueva en el bosque del monte Argeus que convirtió en su sede episcopal.
Fue torturado y ejecutado en la época del emperador romano Licinio durante las persecuciones a los cristianos de principios del siglo IV.
Uno de los milagros que se le atribuye a San Blas es la curación de un niño al que se le clavó una espina de pescado en la garganta. Es patrón de los laringólogos y es venerado tradicionalmente como abogado contra los males de garganta.